Cuando vamos a diseñar un curso en línea tenemos que identificar primero la meta instruccional o el propósito, lo que se desea lograr en el participante al finalizar el curso. Luego identificamos el conocimiento, habilidades o destrezas que el participante necesita adquirir para alcanzar la meta, esto nos ayudará a definir los objetivos. Los objetivos deben ser específicos y medibles. Las taxonomías de objetivos educativos nos ayudan a identificar la dimensión y el componente que debe dominar el participante y el nivel de desempeño deseado para ser capaz de alcanzar la meta instruccional. Entre las dimensiones están la cognitiva, la afectiva y la psicomotora. En cada una de ellas se especifica el nivel de complejidad esperado.
Una vez se han definido los objetivos se debe identificar cómo el estudiante puede demostrar que es capaz de cumplir con los objetivos de aprendizaje establecidos. En otras palabras, identificar los métodos de avalúo que serán utilizados a través del curso. Es importante hacer esto antes de proseguir con el diseño del contenido y las actividades de enseñanza. Si no lo hacemos podríamos incluir material y/o actividades que no aporten al fin educativo o peor aún, no proveer las herramientas necesarias para que el estudiante sea exitoso en su proceso de aprendizaje.
Las actividades de avalúo son parte de la evaluación formativa. Éstas brindan información acerca del progreso del estudiante y nos ayudan a hacer ajustes en el proceso de enseñanza-aprendizaje en base a los resultados obtenidos. A su vez, sirven como una experiencia de aprendizaje para el alumno. Al igual que en los cursos presenciales, en los cursos en línea es muy importante seleccionar la técnica de avalúo adecuada, y la misma no necesariamente tiene que ser en línea. Por otro lado, la evaluación sumativa se lleva a cabo al finalizar el curso y nos ayuda a corroborar si la meta instruccional se cumplió. En otras palabras, nos ayuda a validar la efectividad del curso y a hacer mejoras para futuras ocasiones.
Referencias:
Shank, P. (s.f.). Assessing Whether Online Learners Can DO: Aligning Learning Objectives with Real-world Applications. Recuperado el 24 de febrero de 2014 de http://www.facultyfocus.com/wp-content/uploads/images/AssessingOnlineLearning-OC.pdf
Una vez se han definido los objetivos se debe identificar cómo el estudiante puede demostrar que es capaz de cumplir con los objetivos de aprendizaje establecidos. En otras palabras, identificar los métodos de avalúo que serán utilizados a través del curso. Es importante hacer esto antes de proseguir con el diseño del contenido y las actividades de enseñanza. Si no lo hacemos podríamos incluir material y/o actividades que no aporten al fin educativo o peor aún, no proveer las herramientas necesarias para que el estudiante sea exitoso en su proceso de aprendizaje.
Las actividades de avalúo son parte de la evaluación formativa. Éstas brindan información acerca del progreso del estudiante y nos ayudan a hacer ajustes en el proceso de enseñanza-aprendizaje en base a los resultados obtenidos. A su vez, sirven como una experiencia de aprendizaje para el alumno. Al igual que en los cursos presenciales, en los cursos en línea es muy importante seleccionar la técnica de avalúo adecuada, y la misma no necesariamente tiene que ser en línea. Por otro lado, la evaluación sumativa se lleva a cabo al finalizar el curso y nos ayuda a corroborar si la meta instruccional se cumplió. En otras palabras, nos ayuda a validar la efectividad del curso y a hacer mejoras para futuras ocasiones.
Referencias:
Shank, P. (s.f.). Assessing Whether Online Learners Can DO: Aligning Learning Objectives with Real-world Applications. Recuperado el 24 de febrero de 2014 de http://www.facultyfocus.com/wp-content/uploads/images/AssessingOnlineLearning-OC.pdf